“La retribución más grande es ver que con nuestro aporte le podemos cambiar la calidad de vida a las personas”

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Franco Cassane Sanz, Trabajador Social, UNAP Iquique

Hacer deporte, ir al cine y compartir con Pilar, su esposa y Lukas, su hijo de 9 años, son algunas de las actividades que hacen feliz a Franco Cassane Sanz, titulado de la carrera de Trabajador Social de la Universidad Arturo Prat en Iquique, y actual coordinador del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) Tarapacá, destaca  “Desde el año pasado asumí como Coordinador Regional de SENAMA Tarapacá, lo que es un gran desafío, ya que debo articular y bajar directamente la política pública que el Gobierno tiene en su agenda, además de realizar un despliegue territorial, tanto de las provincias de Iquique como del Tamarugal, al igual que en sus comunas. Todo con el objetivo de implementar los programas de SENAMA de manera exitosa, contribuyendo al reconocimiento, promoción y ejercicio de los derechos de las personas mayores”.

De esta manera, y de acuerdo con el profesional la llegada a SENAMA ha reforzado su convencimiento de que escogió la carrera ideal para un óptimo desarrollo profesional frente a cualquier reto. “Justo cuando comencé a trabajar acá me enfrenté a un gran desafío, ya que se estaba cerrando uno de los hogares más icónico de Iquique, “San Vicente de Paul”. Tuve en ese momento que poner en marcha todos mis conocimientos, articular la red de una manera exhaustiva, coordinar un trabajo arduo con las familias, usuarios, agentes políticos y medios de comunicación, entre otros.  Fue difícil porque venia recién llegando, pero me di cuenta de que estaba preparado para enfrentar esta situación y cualquier otro desafío”.

Hoy con más experiencia en el cargo, Cassane señala que su deseo es contribuir a lo que en la actualidad es su Institución “Quiero dejar un sello donde predomina la calidad en lo que aquí se hace, y sé que podrá hacerlo ya que cuento con un tremendo equipo profesional y humano. Además, quiero seguir estudiando y perfeccionándome, pues siento que he podido cumplir a cabalidad las metas que me he propuesto como trabajador social. Siento que estoy preparado para desempeñarme en cualquier área, porque me adapto con facilidad y sé que donde esté entregaré lo mejor de mí”.

Cassane, además, se ha desempeñado en el Hospital de Día Adulto, donde trabajó con un tremendo equipo y continuó su formación profesional. También fue parte del equipo que inicio el programa de rehabilitación de drogas vespertino, docente en la Universidad Santo Tomas y parte del equipo del Centro Comunitario de Salud Mental, Jorge Seguel.

MAS QUE UN SELLO

Su paso por la Universidad ha sido algo fundamental, es así como el año 2003, Franco ingresó a estudiar en modalidad pregrado trabajador la carrera de Trabajo social, porque sentía que podía aportar a las problemáticas sociales existentes. ”Sabía que era capaz de entregar con dedicación los conocimientos necesarios para hacer de esta sociedad un lugar mejor y más justo para todas y todos, como coordinador de SENAMA Tarapacá estoy cumpliendo con este sueño, gracias a la formación que recibí”.

En ese contexto, al hablar de su vida universitaria manifiesta “En la época que comencé a estudiar teníamos una malla curricular muy buena y nuestra generación fue capaz de nutrirse con los mejores docentes, además de generar confianza en las capacidades personales y profesionales de cada uno. De esta manera, la formación que recibimos me permitió reflexionar profundamente acerca de los fenómenos sociales, y entenderlos para trabajar sistemáticamente en cualquier área en que uno se desempeñara. Así mis años de estudio de la carrera estuvieron marcados fuertemente por la línea sociológica con excelentes profesores, de gran trayectoria y renombre, lo que posibilitó que la mirada que como profesional Unapino construimos sea reflexiva, analítica, empática, critica y por sobre todo humana”.

Frente a su formación destaca en ese proceso a docentes como Bernardo Guerrero, Víctor Guerrero, Juan Podestá, Danitza Atlagich, Andrea Comelan, Loreto Castillo, Lily Peñafiel y Roberto Cortez. Al igual que la presencia de grandes compañeras y compañeros que hoy son colegas y amigos como Rodrigo Ossandón, Blanca Nelson, Juan Cortes y Ana Cortes.

Añade que, si bien el sello y calidad de formación entregado por la UNAP es indudable, tiene la seguridad que tanto para la vida personal como profesional hay que ser perseverante, “A veces los procesos laborales son más lentos que otros, por ello es importante perfeccionarse, buscar espacios laborales donde uno como profesional y persona se sienta cómodo y disfrute de algo tan hermoso como lo es el trabajo social. No debemos perder nunca la sensibilidad de trabajar con personas, familias, grupos o comunidades, pues la retribución más grande es ver que con nuestro aporte le podemos cambiar la calidad de vida a las personas”.

Eugenia Guzmán

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