Ingeniero Civil Metalúrgico formado en la UNAP, hoy líder en Codelco y referente internacional en muestreo y pesaje minero, Patricio Valenzuela recuerda su paso por Iquique, su sueño de industria y el sello que lo llevó a construir una carrera marcada por la excelencia y el orgullo territorial.
Hay trayectorias que nacen en el silencio mineral del desierto. En 1982, cuando la Universidad Arturo Prat comenzaba a forjar su identidad académica y su espíritu regional, Patricio Valenzuela Fuenzalida cruzó sus puertas decidido a construir una vida ligada a la minería. Se matriculó en Ingeniería Civil Metalúrgica, una apuesta pionera en una ciudad donde la industria comenzaba a proyectar su futuro.
Entonces, las instalaciones eran acotadas, pero las ganas desbordaban pasillos y patios. “Pocas dependencias, muchas ganas”. En esa atmósfera naciente, donde la comunidad universitaria se conocía por nombre y abrazo, Patricio tejió amistades que aún perduran: Carlitos, Peluche, Mariote, el Cabezón Vicentelo, el Pelao Aguilera y un invitado de lujo que él nombra con cariño, Alberto Martínez, hoy rector del UNAP. “Siempre tratamos de juntarnos cada año. Esos compañeros son parte de mi familia”.
Fue ahí, en Iquique, donde comprendió que el norte no solo produce minerales, sino también forma carácter. La UNAP, dice, fue la base para todo. “En tiempos donde la industria minera estaba dominada por universidades históricas, los primeros ingenieros y las primeras ingenieras de la casa nortina debimos abrirnos un espacio a pulso. Y lo logramos”.
PIONEROS EN LA MINERÍA
Patricio pertenece a esa generación sin manuales establecidos ni garantías aseguradas. “En esos años había monopolios reales en las grandes mineras. Chuquicamata era territorio de la UdeC, Andina de la UChile, Teniente de la Católica, la Usach también muy presente”. Aun así, los egresados UNAP comenzaron a entrar, demostrar capacidades y pavimentar oportunidades para quienes vendrían después.
Con orgullo mira esa historia colectiva:“Mi generación y la anterior ayudaron a sembrar y atraer nuevas generaciones a la industria. El sello UNAP hoy es claro, profesionales con calidad, compromiso y conocimiento”.
Ese sello, asegura, nace del esfuerzo, la capacidad para adaptarse y el compromiso con el territorio. Una identidad que no se compra: se construye.
CARRERA FORJADA POR LOS DESAFÍOS
Su primer gran paso profesional fue en Codelco Radomiro Tomic, donde se desempeñó como jefe de turno nave EW y patio de embarque durante 12 años. Luego su camino lo llevó a División Andina, donde actualmente ejerce como jefe de Unidad de Pasaje, Muestreo y Análisis Químico, además de aportar directamente a proyectos con la Vicepresidencia de Comercialización en Santiago.
Hoy vive en Quilpué, pero su segunda casa está en la cordillera, donde los desafíos técnicos y el sentido público se encuentran en la altura.
La formación continua ha sido compañera inseparable, y Patricio ha realizado diplomados en negocios mineros, especializaciones en muestreo y cursos con figuras internacionales como Francis Pitard y Ana Carolina Chieregati. “La universidad te da la base. Después depende de ti seguir creciendo. La minería evoluciona, y uno debe evolucionar con ella”.
En 2027 presidirá el mayor congreso latinoamericano de muestreo y control de calidad, un hito que resume su trayectoria e influencia.
LIDERAZGO CON SENTIDO PÚBLICO
Para este reconocido Ingeniero, trabajar en una empresa estatal implica un compromiso profundo con Chile. “El propósito es ser el mejor negocio para el país. Eso nos obliga a actuar con responsabilidad, conocimiento y visión”.
Su influencia también ha sido puente para otros profesionales UNAP, es así como ha recomendado y promovido el ingreso de colegas a Codelco. “Ver que llegan, se integran y brillan, es motivo de orgullo”.
Su llamado para las nuevas generaciones es “Persigan sus objetivos, no decaigan. Siempre se puede. Siempre mirar en baso medio lleno como una oportunidad, ahora Si otros pueden, ¿por qué yo no? Esa es la pregunta clave”.
Añade una filosofía de vida donde la alegría y la familia son esenciales “La vida es corta y no sabemos cuándo nos iremos. Disfruten, aprendan, vivan. La familia es el apoyo que siempre tenemos”.
FUTURO PARA LA UNAP
Al mirar hacia atrás, Patricio siente gratitud “Tengo mi corazón UNAP. Me siento orgulloso de mi formación”. Reconoce la evolución de la institución y su impacto creciente “Hoy es una gran universidad, reconocida nacional e internacionalmente. Sigamos así, formando personas, aportando a la región, al país y al mundo”.
Como parte de ese cariño, hoy que se acerca un nuevo aniversario, desea que la UNAP continue creciendo y transformándose una gran Institución de educación Superior “La veo entre las mejores casas de estudio de Latinoamérica en diez años”.
Puntualiza, finalmente, que la UNAP ha sido el punto de partida para muchas y muchos profesionales.” Abrimos caminos donde antes no existían. Honremos ese origen, avancemos con humildad, exijamos excelencia y recordemos siempre de dónde venimos. Somos norte, somos esfuerzo y podemos llegar tan lejos como queramos”.


