“Mi familia ha sido siempre el pilar fundamental en mi desarrollo personal y profesional, brindándome apoyo durante mi formación y desarrollo profesional, siento que son mis principales fans”. Así inicia esta entrevista Pablo Garrido Quintana, enfermero de la UNAP Sede Victoria, que actualmente se desempeña como enfermero clínico en una Unidad del Paciente Crítico del Hospital de Angol, capital de la Provincia de Malleco. De forma paralela, realiza labores de docencia en su querida UNAP Sede Victoria y en el CFT Estatal de la Araucanía.
También se encuentra cursando un Magíster en Salud Pública y Planificación Sanitaria, con el que busca ampliar su mirada sobre los determinantes sociales de la salud y fortalecer sus capacidades en gestión y políticas sanitarias.
Cuando eligió estudiar enfermería, decidió hacerlo en una institución de excelencia, por cuanto averiguó que esta carrera tenía muy buenos resultados y era comprometida en la formación integral de sus estudiantes. “Me llamó la atención la fuerte vocación de servicio y la excelencia académica, por cuanto las referencias que había de los profesionales que estudiaron aquí eran muy alentadoras, manifestó el profesional.
Así en el año 2014 ingresó a la Sede Victoria, motivado por el deseo de contribuir al bienestar de las personas y ser un agente activo en el sistema de salud.
Con respecto a los puntos que marcaron su paso por la universidad menciona la sólida formación ética y científica, las que enseñaron la importancia del compromiso social y del trabajo interdisciplinario, así como la capacidad de liderazgo en los entornos clínicos y educativos.
Estos últimos puntos manifiesta, han sido fundamentales a la hora de desempeñarse en la Unidad de Paciente Crítico y en su desempeño docente. “Durante años ejercí como tutor y esta labor contribuyó a descubrir que la docencia era uno de mis campos preferidos” agrega Pablo Garrido.
De esa época recuerda con especial reconocimiento a la profesional de UNIA y actual miembro del Consejo Superior Universitario, Ana Sandoval, que siempre confió en sus capacidades, lo ayudó a gestionar su tiempo y se preocupó en especial de su bienestar. “Es una de las personas que más valoro haber conocido en la universidad”.
Una anécdota que recuerda con especial cariño Pablo es que primero quería postular a Pedagogía, pero a instancias de su madre no lo hizo, porque le hizo ver que las condiciones para ejercer esa carrera no eran las óptimas en el país, ella lo impulsó a estudiar enfermería y le mencionó que en futuro podría estudiar para profesor. “El día de hoy no me arrepiento de esta decisión, gracias a Dios y a mi madre, puedo ejercer ambos roles, enfermero clínico y docente, de forma muy exitosa y gratificante”.
Ad portas de un nuevo aniversario de la Universidad Arturo Prat, insta a los estudiantes a vivir todo tipo de experiencias al máximo, siempre hay tiempo para todo, lo importante es ser organizado y responsable. Es una etapa que se guarda con mucho cariño y es cuando se aprende a ser adulto.
“En este nuevo aniversario de la Universidad Arturo Prat, quiero expresar mi profundo agradecimiento a la institución que me formó como profesional y persona. Que este nuevo año sea una oportunidad para seguir creciendo, innovando y reafirmando el compromiso con la educación pública y de calidad. ¡Feliz aniversario, querida UNAP!” concluyó diciendo Pablo Garrido.

